
Te digo que voy a dar por muerte a ese alcahuete y a toda su familia de ladrone de gallina. Esta situación envenena mi alma, querida Hortensia, vamo a juntar nuestras familias, las familias más ricas del pueblo y tendremos muchos críos.
No te arrincones de esa manera contra la pared. Ya sé que el cuchillo luce amenazante, pues, no te voy a quitar nada que no sea mío, hasta tu vida es mía, Hortensia.
Mirame bien fijo y dime que no es verda. De solo pensarlo me hirve la sangre, las venas se me hinchan, se me hincha todo… Pues, dime si me has mentido más.

¿Cómo que has tenido mejores noches?... ¿Acaso el cuchillo no te asusta?...
Sabes que tus palabras son más asesinas que el mesmo cuchillo que agarro con mi mano. Pero si tus palabras son asesinas de mí, mi cuchillo primero te quitara lo que alguna vez pensé que era mío y ahora descubro que no… Pero no lo puedo hacer Hortensia, no puedo matarte sin antes besarte… me acercaré lentamente a tu boca magullada. No temas. Tendré al menos un ultimo beso de adió…

Leandro Will
cuentos leyendas historias hortensia gaucho china gauchesco matón muerte celos perfidia desconfianza niña sexo abuso amor dolor online cuchillo corazón
No hay comentarios:
Publicar un comentario