jueves, 17 de enero de 2008

Despojado de azul

DESPOJADO DE AZUL

Me apetecen de pronto unas almendras,
un papel tornasol, un suspiro de luz,
tus manos que en mi espalda acunan un sinfín de palomas blancas
y esa fragancia que persiste en cada pétalo de tiempo que deshojamos juntos.

Me seducen entonces las tormentas,
un capricho de amor, un reloj inconciente.

Perseveran los besos en su afán de convencernos de que puede ser eterno cada momento.
Pero un nuevo amanecer nos descubre insolente,
despojado de azul,
sin piedad ni argumento.

LUCIO