domingo, 6 de mayo de 2007

Yenny, la abducida (Primera Parte)

Micah Jonson llevaba más de dos horas sin dormir. Daba vueltas en la cama, mirando las luces del centro a través de su ventana...

Su cabeza no podía dejar de pensar en ella. Yenny.. su fantasía. Su obsesión. Su sentido de vida...

Él era un fracasado profesor de física en la Universidad de Georgetown, que en más de veinte años de investigación de fenómenos paranormales relacionados con extraterrestres, nunca había encontrado nada relativamente coherente. Siempre sobras, o interpretaciones sin sentido de borrachos del suburbio.

Hasta que un día se cruzó casi sin querer con la historia de Yenny. "La Abducida", según se la conocía en las afueras de Queens, en New York.

Trabajaba en el turno tarde-noche de Starbucks del Delta Center, frente a Long Island. No más de 25 años, rubia, ojos café... Y un cuerpo simple, pero hermoso.

Todos se atribuían romances con ella, pero a ciencia cierta ninguno pudo justificar más de una salida. Todos alegaban que Yenny contaba que quería llegar virgen al matrimonio...

Él escuchó el comentario una mañana mientras tomaba un café descafeinado en el local de Delta Center. Dos jóvenes hablaban entre sí, y se referían a la camarera como "La abducida"... Si bien Micah estaba a unos metros de los muchachos, supo que podría estar frente a la primera historia verdaderamente cierta con respecto a los extraterrestres.

Intentó acercarse a Yenny. Primero como un cliente, después como un tío lejano, periodista, vendedor de seguros, encuestador, en fin... Pero no pudo entablar más de dos palabras seguidas. La jovencita no solo no lo atendía, sino que lo despreciaba.

Micah pidió licencia en la Universidad, para poder seguir a la muchacha y desentramar la verdadera historia.

Todas las mañanas pedía un café y tardaba horas en tomarlo con la idea de poder buscar el momento más indicado para encarar a la joven.

Pasaron meses. En más de una oportunidad, tuvo que inventar historias poco creíbles para policías que se acercaron a él, alertados por el encargado del local.

Una mañana, mientras comenzaba a leer un ejemplar de La Biblia Peruana (conocida en USA como “The Peruvian Bible”), una de las obras más importantes de un reconocido escritor latinoamericano, notó que una joven nueva había tomado el lugar de Yenny en el mostrador. Se acercó, y haciéndose pasar por su tío, preguntó por ella...

“Yenny renunció. No trabaja más acá”, le escuchó decir a la nueva camarera, sin saber que con esa frase estaba derrumbando meses de investigación.

No obstante, a pesar del golpe solo atinó a pensar en una cosa: “Tengo que encontrarla”...

Continuará...
AlexB

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para cuando la segunda parte!!